He pisado el lagar yo solo; de las naciones de alrededor nadie vino a ayudarme. Por eso, en mi cólera los pisé como si fueran uvas, en mi furia los pisoteé. Es su sangre la que ha manchado mis vestidos.
apagaron incendios, escaparon de la muerte por espada, eran débiles pero se volvieron fuertes, lograron grandes cosas en guerras, y dirigieron ejércitos.
El pueblo de Judá preguntó: “¿Por qué nos han invadido?” “¡Hemos venido a capturar a Sansón, para hacerle lo mismo que nos ha hecho a nosotros!”, respondieron.
Tres mil hombres de Judá fueron a la cueva de la roca de Etam y le preguntaron a Sansón: “¿No entiendes que los filisteos nos dominan? ¿Qué crees que estás haciendo con nosotros?” “Sólo hice lo que ellos me hicieron a mí”, respondió.