Volvió a su casa y les dijo a su padre y a su madre: “Una mujer filistea en Timná me ha llamado la atención. Tráiganmela porque quiero casarme con ella”.
Joás, rey de Israel, respondió a Amasías, rey de Judá: “En el Líbano, un cardo envió un mensaje a un cedro, diciendo: ‘Dale tu hija como esposa a mi hijo’. Pero pasó un animal salvaje del Líbano y pisoteó el cardo.
Pero su padre y su madre le respondieron: “¿No puedes encontrar una joven de nuestra tribu o de nuestro propio pueblo? ¿Tienes que ir donde los filisteos paganos para conseguir una esposa?” Pero Sansón le dijo a su padre: “Sólo búscamela, ella es la que me gusta”.