“¿Para qué has traído esto?” le preguntó David a Siba. Siba respondió: “Los burros son para que los monte la familia del rey, el pan y la fruta de verano son para que coman los hombres, y el vino es para que lo beban los que se desgastan en el desierto”.
Estén felices y celebren, pueblo de Sión! ¡Grita, pueblo de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti. Él hace lo recto y trae la salvación; es humilde, viene montado sobre un asno—en realidad sobre un potro, que es la cría de un asno.
Jair, descendiente de Manasés, se apoderó de toda la región de Argob hasta la frontera de los geshuritas y maacathitas y cambió el nombre de Basán por el de Havvoth-jair poniéndole su propio nombre, que sigue siendo su nombre hasta el día de hoy.