“Ya lo has visto. ¡Es el que habla contigo ahora!” le dijo Jesús.
El Señor es amigo de quienes lo respetan, y les explica su acuerdo.
Has mirado muchas cosas pero no has visto realmente; has oído pero nunca has escuchado realmente”.
Entonces Jesús oró: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas de las mentes de los inteligentes y sabios. Por el contrario, las has revelado a personas comunes.
Jesús respondió: “YO SOY—el que habla contigo”.
Cualquiera que escoge seguir la voluntad de Dios, sabrá si mi enseñanza viene de Dios o si solamente hablo por mí mismo.
“¡Creo en ti, Señor!” dijo él, y se arrodilló para adorar a Jesús.