Entonces Herodes llamó a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros religiosos del pueblo, y les preguntó dónde se suponía que nacería el Mesías.
Cuando ellos escucharon esto, comenzaron a marcharse, uno a uno, comenzado desde el más anciano hasta que Jesús quedó en medio de la multitud con la mujer que aún estaba allí.
De modo que si ella vive con otro hombre mientras su esposo está vivo, ella estaría cometiendo adulterio. Sin embargo, si su esposo muere y ella se casa con otro hombre, entonces ella no sería culpable de adulterio.