Entonces se fueron todos a sus casas,
El Señor frustra los planes de las naciones y de los pueblos.
Incluso la ira humana contra ti te hace brillar, porque la usas como corona.
Nuestros enemigos más valientes han sido saqueados. Ya duermen el sueño de la muerte. Incluso los más fuertes entre ellos no pudieron levantar una mano contra nosotros.
“¿De modo que eres un galileo también?” respondieron ellos. “¡Revisa las Escrituras y descubrirás que ningún profeta viene de Galilea!”
pero Jesús fue al Monte de los Olivos.
Entonces nos subimos al barco y regresamos a casa.