Han cometido un gran error que les costará la vida al enviarme al Señor, su Dios, pidiéndole: ‘Ruega al Señor, nuestro Dios, por nosotros, y haznos saber todo lo que el Señor, nuestro Dios, dice y lo haremos’.
En cierta ocasión, un experto en leyes religiosas se levantó y quiso ponerle una trampa a Jesús: “Maestro”, preguntó, “¿Qué debo hacer para ganar la vida eterna?”
No se preocupen por la comida que perece, sino concéntrense en la comida que permanece, la de la vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre, porque Dios el Padre ha colocado su sello de aprobación en él”.
Cuando la gente escuchó esto, sintieron remordimiento de conciencia. Entonces le preguntaron a Pedro y a los apóstoles: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?”
e y escucha todo lo que el Señor nuestro Dios dice. Entonces podrás repetirnos todo lo que el Señor nuestro Dios ha dicho. Prometemos escuchar y obedecer”.