Pero cuando llegó a Galilea, el pueblo lo recibió porque ellos también habían estado en la fiesta de la Pascua y habían visto todo lo que él había hecho en Jerusalén.
Fue aproximadamente en esos días que algunas personas le contaron a Jesús que Pilato había asesinado a unos galileos mientras estos ofrecían sacrificios en el Templo.
Él vino por la noche donde Jesús estaba y le dijo: “Rabí, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte Dios, porque nadie podría hacer las señales milagrosas que tú estás haciendo a menos que Dios esté con él”.
Todos tus hombres deben presentarse ante el Señor tu Dios en el lugar que él elija tres veces al año: la Fiesta del Pan sin Levadura, la Fiesta de las Semanas y la Fiesta de los Refugios. Nadie debe presentarse ante el Señor sin una ofrenda.