“Cuando ustedes sean perseguidos en una ciudad, huyan a otra. Les digo la verdad: no terminarán de ir a las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre.
De modo que Jesús no viajaba de manera pública entre los judíos sino que se fue a una ciudad llamada Efraín, en la región cercana al desierto, y permaneció allí con sus discípulos.
Esta fue la primera de las señales milagrosas de Jesús, y fue realizada en Caná de Galilea. Aquí él dio a conocer su gloria, y sus discípulos pusieron su confianza en él.