acerquémonos a Dios, con mentes sinceras y plena confianza. Nuestras mentes han sido rociadas para purificarlas de nuestros malos pensamientos, y nuestros cuerpos han sido lavados y limpiados con agua pura.
Pues esos son solamente requisitos religiosos, que tienen que ver con la comida y la bebida, y diversas ceremonias que implican el lavamiento, las cuales fueron impuestas hasta que llegó el tiempo en que Dios estableció una nueva forma de relacionarnos con él.
Después que Moisés presentó todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de cabras y becerros junto con agua y roció el libro y también a todo el pueblo, usando lana escarlata e hisopo.