Simón Pedro siguió a Jesús, y otro discípulo también lo hizo. Este discípulo era muy conocido por el Sumo sacerdote, y por eso entró al patio del Sumo sacerdote con Jesús.
Temprano en la mañana, llevaron a Jesús de donde Caifás hasta el palacio del gobernador romano. Los líderes judíos no entraron al palacio, porque si lo hacían se contaminarían ceremonialmente, y ellos querían estar aptos para comer la Pascua.