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Referencias Cruzadas
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Juan 11:51

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Él no decía esto por su propia cuenta, sino que como Sumo sacerdote en ese año, él estaba profetizando que Jesús moriría por la nación.

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23 Referencias Cruzadas  

Coloca el Urim y Tumim en el pectoral de la decisión, para que ellos también estén sobre el corazón de Aarón siempre que venga a la presencia del Señor. Aarón llevará continuamente los medios de decisión sobre su corazón ante el Señor.

“Después de sesenta y dos semanas, el Mesías será condenado a muerte y quedará reducido a la nada. Llegará al poder un gobernante cuyo ejército destruirá la ciudad y el santuario. Su fin llegará como un diluvio. La guerra y la devastación continuarán hasta que se complete ese período de tiempo.

El Señor le dio al burro la habilidad de hablar y le dijo a Balaam: “¿Qué te he hecho para que me golpees tres veces?”

y al mirar a Israel acampado allí según sus respectivas tribus, el Espíritu de Dios vino sobre él.

De la misma manera, el Hijo del hombre no vino a que le sirvan, sino a servir, y a dar su vida como rescate para muchos”.

así como el Padre me conoce y yo lo conozco a él. Yo entrego mi vida por las ovejas.

“¡Ustedes no entienden nada!” dijo Caifás, quien era el Sumo sacerdote en ese año.

Primero lo llevaron ante Anás, quien era el suegro de Caifás, el actual Sumo sacerdote.

Si profetizara, si conociera todos los misterios y tuviera todo conocimiento, y si pudiera tener una fe tal que pudiera mover montañas, pero no tengo amor, entonces nada soy.

Dios hizo que Jesús, quien nunca pecó, experimentara las consecuencias del pecado para que nosotros pudiéramos tener un carácter recto, así como Dios es recto.

Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición de la ley al convertirse en maldición por nosotros. Como dice la Escritura: “Maldito todo aquél que es colgado en un madero”.

Tomó las consecuencias de nuestros pecados sobre sí mismo en su cuerpo en la cruz para que nosotros pudiéramos morir al pecado y vivir en justicia. “Por sus heridas, somos sanados”.

Y Jesús murió por culpa de los pecados, una vez y para siempre, el Único que es completamente verdadero y justo, por aquellos que somos malos, para poder llevarnos a Dios. Fue llevado a muerte en su cuerpo, pero vino a la vida en el espíritu.

Por él son perdonados nuestros pecados, y no solo los nuestros, sino los de todo el mundo.

Cuando David se enteró de que Saúl estaba tramando atacarlo, le pidió al sacerdote Abiatar: “Por favor, trae el efod”.

Pidió consejo al Señor, pero éste no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.




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