decidieron un plan astuto. Enviaron mensajeros a Josué, con sus burros que llevaban monturas desgastadas y cargaban odres viejos que estaban rotos y remendados.
Nadie echa tampoco el vino nuevo en odres viejos, de lo contrario los odres podrían romperse, derramando así el vino y dañando los odres. No, el vino nuevo se coloca en odres nuevos, y así ambos perduran”.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos. De ser así, el vino rompería los odres y se dañaría tanto el vino como los odres. No. La gente echa el vino nuevo en odres nuevos”.
“El hombre rico felicitó a su administrador deshonesto por su idea ingeniosa. Los hijos de este mundo son más astutos los unos con los otros, que los hijos de la luz.
‘Miren este pan. Estaba caliente cuando lo sacamos de nuestras casas el día que salimos para venir aquí. Pero ahora está seco y mohoso, como pueden ver.
Estos odres eran nuevos cuando los llenamos, pero mírenlos ahora: están rotos y dañados. Estas ropas nuestras y nuestras sandalias están desgastadas porque el viaje ha sido muy largo’”.