Pero los israelitas no los atacaron debido al tratado que habían jurado los líderes de la asamblea en nombre del Señor, el Dios de Israel. Ante esto, todos los israelitas protestaron contra los líderes.
Sin embargo, el rey perdonó a Mefi-boset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a causa del juramento hecho ante el Señor entre David y Jonatán, hijo de Saúl.
Ellos rechazan a las personas que el Señor rechaza y honran a los que siguen al Señor. Guardan y cumplen sus promesas, incluso cuando es difícil hacerlo. Ellos no cambian su manera de pensar.
No dejes que tu boca te haga pecar. Y no le digas al sacerdote que tu voto fue un error, pues ¿por qué enemistarte con Dios rompiendo tu promesa? Podría hacer caer sobre ti tu propia maldición.
Sin embargo, todos compartimos el mismo destino: los que hacen el bien, los que hacen el mal, los buenos, los creyentes religiosos y los que no lo son, los que se sacrifican y los que no. Los que hacen el bien son como los que pecan, los que hacen votos a Dios son como los que no los hacen.
Entonces los israelitas partieron para ir a las ciudades gabaonitas, y llegaron allí al tercer día. Las ciudades eran Gabaón, Cafira, Berot y Quiriat Yearín.