Pero si le dices a alguien sobre esto entonces seremos liberados de la promesa que nos hiciste jurar”.
Una persona chismosa anda de aquí para allá divulgando secretos; pero una persona fiel guarda el secreto que le han confiado.
Si alguien sale de tu casa y es asesinado, es su culpa y no somos responsables de su muerte. Pero si alguien pone una mano sobre alguien que está dentro de su casa, asumimos toda la responsabilidad de su muerte.
“Estoy de acuerdo, que sea como ustedes lo han dicho”, respondió. Y así los envió, y colgó un cordón escarlata en su ventana.