Seles asignará además la región montañosa. Aunque sea un bosque, lo despejarán y lo poseerán, de un extremo a otro. Expulsarán a los cananeos, aunque tengan carros de hierro, y aunque sean fuertes”.
Pero él mantuvo su arco firme, y sus brazos y manos se movieron rápidamente con la fuerza del Poderoso de Jacob, que se llama el Pastor, la Roca de Israel.
Es tan majestuoso como un toro primogénito; sus cuernos son como los de un buey salvaje. Los usará para cornear a las naciones, conduciéndolas hasta los confines de la tierra. Los cuernos representan los diez mil de Efraín, y los miles de Manasés”.
Y todos los que viven en la región montañosa desde el Líbano hasta Misrefot Maim, incluyendo toda la tierra de los sidonios. “Yo mismo los expulsaré delante de los israelitas. Sólo asigna la tierra a Israel para que la posea, como te he ordenado.
Desde allí, el límite iba desde la cima de la montaña hasta el manantial de agua de Neftoa y hasta las ciudades del monte Efrón. Luego se doblaba hacia Balá (Quiriath-Yearín).
Así que asignaron las siguientes ciudades santuario Cedes de Galilea, en la región montañosa de Neftalí; Siquem, en la región montañosa de Efraín; y Quiriat-arba (o Hebrón), en la región montañosa de Judá.
Había una vez un hombre de Ramataim de Zofim, en la región montañosa de Efraín. Su nombre era Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, de la tribu de Efraín.