También contrataron 32.000 carros y al rey de Maaca con su ejército. Vinieron a acampar cerca de Medeba. Los amonitas también fueron llamados desde sus ciudades y se prepararon para la batalla.
El pueblo de Hesbón y Eleale grita de tristeza, sus voces se escuchan hasta Jahaza. Por eso hasta los soldados más valientes de Moab gritan, porque están aterrorizados.
Hesbón era la capital de Sehón, rey de los amorreos, que había luchado contra el anterior rey de Moab y le había quitado todas sus tierras hasta el río Arnón.
Fue entonces cuando nos hicimos cargo de la tierra. Asigné a las tribus de Rubén y Gad la tierra al norte del pueblo de Aroer en el valle del Arnón, y la mitad de la región montañosa de Galaad, junto con sus pueblos.
Sehón, rey de los amorreos, que vivía en Hesbón, gobernaba desde Aroer, en el borde del valle de Arnón, todo el camino desde la mitad del valle hasta el río Jaboc, la frontera con los amonitas (e incluía la mitad de Galaad).
“Pero los levitas no reciben una parte, pues su función como sacerdotes del Señor es su asignación. Además, Gad, Rubén y la media tribu de Manasés ya han recibido su asignación que Moisés, el siervo del Señor, les dio en el lado oriental del Jordán”.
“Hace trescientos años que los israelitas viven en Hesbón, en Aroer, en sus aldeas y en todos los pueblos de la ribera del río Arnón. ¿Por qué no los hiciste regresar durante ese tiempo?