Moisés, el siervo del Señor, y los israelitas los habían derrotado, y Moisés había asignado la tierra a las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés.
Geber hijo de Uri, en la tierra de Galaad, (la antigua tierra de Sehón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán. También había un gobernador que estaba sobre la tierra de Judá).
Moisés les dijo: “Si las tribus de Gaditas y Rubén cruzan el Jordán contigo, con todas sus tropas listas para la batalla con la ayuda del Señor, y la tierra es conquistada a medida que avanzas, entonces dales la tierra de Galaad para que la posean.
Cruzaremos y entraremos en el país de Canaán listos para la batalla con la ayuda del Señor, para que podamos tener nuestra parte de tierra asignada a este lado del Jordán”.
Moisés dio a las tribus de Gad y Rubén y a la media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sehón, rey de los amorreos, y el reino de Og, rey de Basán. Esta tierra incluía sus ciudades y sus alrededores.
“Pero los levitas no reciben una parte, pues su función como sacerdotes del Señor es su asignación. Además, Gad, Rubén y la media tribu de Manasés ya han recibido su asignación que Moisés, el siervo del Señor, les dio en el lado oriental del Jordán”.
Ahora que el Señor su Dios le ha dado la paz a sus hermanos, como lo prometió, ustedes deben regresar a su tierra, la que Moisés el siervo del Señor, les dio al otro lado del Jordán.