Esto abarcaba la tierra desde el monte Halac que lleva a Seír en el sur, hasta Baal Gad en el norte, debajo del monte Hermón en el valle del Líbano. Josué capturó y mató a todos sus reyes.
Así que Josué tomó toda la tierra de acuerdo con lo que el Señor le había ordenado a Moisés, dándosela a Israel para que la poseyera tal como estaba repartida entre las tribus. Entonces la tierra quedó en paz.