Esto es lo que dice el Señor: Haré que los descendientes de Jacob vuelvan a sus hogares y me apiadaré de sus familias. La ciudad será reconstruida sobre sus ruinas, y el palacio volverá a estar en pie donde debe estar.
Los israelitas sí tomaron para sí todo el botín y el ganado de estas ciudades. Pero mataron a todos los habitantes, destruyéndolos a todos para que no quedara ninguno vivo.