Así que estos cinco reyes amorreos (los reyes de Jerusalén, Hebrón, Jarmut, Laquis y Eglón) y sus ejércitos se reunieron y partieron. Rodearon a Gabaón y comenzaron su ataque.
Cuatro generaciones más tarde, tus descendientes volverán para vivir aquí, porque ahora mismo los pecados de los amonitas no han logrado su máximo alcance”.
En ese momento el ejército del rey de Babilonia estaba atacando la ciudad y las ciudades de Judea de Laquis y Azeca. Estas eran las únicas ciudades fortificadas que aún no habían sido conquistadas en Judá.
Los amalecitas viven en el Néguev. Los hititas, jebuseos y amorreos viven en las colinas. Los cananeos viven en la costa del mar y también al lado del Jordán”.
Los gabaonitas enviaron un mensaje a Josué en el campamento de Gilgal, diciendo: “¡Por favor, no nos abandones, tus siervos! ¡Ven rápido y sálvanos! Necesitamos tu ayuda, pues todos los reyes amorreos de la región montañosa se han unido para atacarnos”.
Los filisteos le devolvieron a Israel las ciudades que les habían arrebatado, desde Ecrón hasta Gat, e Israel también liberó el territorio vecino de manos de los filisteos. También hubo paz entre Israel y los amorreos.