Joel 1:9

Versión Biblia Libre

Ha cesado la ofrenda de grano y de vino en el Templo. Los sacerdotes y ministros se lamentan ante el Señor.

Referencias Cruzadas

2 Crónicas 13:10

“¡Pero para nosotros, el Señor es nuestro Dios! No lo hemos abandonado. Tenemos sacerdotes que sirven al Señor y que son descendientes de Aarón, y tenemos levitas que los ayudan en su ministerio.

Éxodo 28:1

Haz que tu hermano Aarón venga a ti, junto con sus hijos Nadab, Abihu, Eleazar e Itamar. Ellos, de todos los israelitas, me servirán como sacerdotes.

Isaías 61:6

Serán llamados sacerdotes del Señor, identificados como ministros de nuestro Dios. Disfrutarán de las riquezas de las naciones y estarán orgullosos de tenerlas.

Lamentaciones 1:16

“Por eso lloro. Lágrimas brotan de mis ojos porque no hay nadie que me consuele, ni nadie que me haga sentir mejor. No queda nada para mis hijos porque el enemigo nos ha conquistado”.

Lamentaciones 1:4

Incluso los caminos de Sión están de luto porque nadie viaja por ellos para ir a las fiestas religiosas. Todas sus puertas están vacías. Sus sacerdotes gimen de tristeza. Sus muchachas sufren. Ella misma está sumida en una amarga angustia.

Oseas 9:4

Tú no podrás traer inguna ofrenda de vino al Señor. Ninguno de tus sacrificios le complacerá. Tus sacrificios serán como la comida de quien guarda luto: todos los que comen estarán impuros. Ustedes mismos comerán esta comida, pero no entrarán en la casa del Señor.

Joel 1:13

¡Vístanse de silicio sacerdotes, y giman! ¡Lloren ustedes, los que ministran ante el altar! Vayan y pasen la noche vestidos con silicio, ministros de mi Dios, porque las ofrendas de grano y vino han cesado en el Templo.

Joel 1:16

¿No hemos visto como se han llevado la comida frente a nuestros ojos? No hay gozo ni alegría en el Templo de Dios.

Joel 2:14

¿Y quién sabe si cambia de opinión y te bendice para que puedas ofrendar el grano y el vino al Señor tu Dios?

Joel 2:17

Que los sacerdotes, los ministros del Señor lloren entre el atrio y el altar del Templo. Que digan: “Señor, ten piedad de tu pueblo, y no dejes que caiga desgracia sobre tu heredad, gobernada por naciones paganas, a fin de que el pueblo de estas naciones pregunte: ‘¿Dónde está su Dios?’”