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Referencias Cruzadas
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Jeremías 6:12

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Sus casas serán entregadas a otros, sus campos y sus esposas también, porque voy a castigar a todos los que viven en este país, declara el Señor.

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26 Referencias Cruzadas  

Cuando David levantó la vista y vio al ángel del Señor de pie entre la tierra y el cielo, con su espada desenvainada extendida sobre Jerusalén, David y los ancianos, vestidos de saco, cayeron sobre sus rostros.

¡Lo único que podrán hacer es postrarse como prisioneros, o yacer entre los muertos! Con todo esto sigue enfadado y con la mano levantada.

Por eso el Señor arde de ira contra su pueblo. Ha levantado su mano y los ha golpeado, sacudiendo las montañas y dejando sus cadáveres tirados como basura en las calles. A pesar de todo esto, su cólera no ha terminado, y su mano sigue levantada.

Los arameos del este y los filisteos del oeste han devorado con avidez a Israel. En todo esto sigue enojado y su mano sigue levantada.

Por eso el Señor no está contento con sus jóvenes, no tiene compasión de sus huérfanos y viudas, porque todos ellos son hipócritas y hacen el mal: todos hablan con necedad. Por todo esto él sigue enojado y su mano permanece alzada.

Manasés destruye a Efraín, y Efraín destruye a Manasés. Juntos se vuelven para destruir a Judá. En todo esto él sigue enojado y su mano sigue alzada.

Me has abandonado, declara el Señor. Me has dado la espalda. Por eso actuaré contra ti y te destruiré; me he cansado de mostrarte misericordia.

Yo mismo lucharé contra ti con todo mi poder y fuerza, con toda la fuerza de mi furiosa ira.

Todas las mujeres que queden en el palacio del rey de Judá serán sacadas y entregadas a los funcionarios del rey de Babilonia Esas mujeres dirán: ‘¡Esos buenos amigos tuyos! Te han acogido y te han conquistado. Tus pies se atascaron en el medio, por lo que te abandonaron’.

Todas tus esposas e hijos serán entregados a los caldeos. Y tú mismo no escaparás, pues serás capturado por el rey de Babilonia, y Jerusalén será incendiada”.

Esto es lo que dice el Señor: ¡Mira! Mi ira se derramará sobre este país, sobre las personas y los animales, sobre los huertos y las cosechas del campo. Arderá y nadie podrá apagarlo.

Voy a entregar sus esposas a otros, y sus campos a diferentes dueños, ya que todos mienten porque son codiciosos, tanto los pobres como los ricos. Incluso los profetas y los sacerdotes: ¡todos son unos mentirosos deshonestos!

El Señor estaba decidido a destruir las murallas de la Hija de Sión. Él midió lo que iba a destruir, y no dudó en hacerlo. Hizo llorar las almenas y los muros; ambos se desintegraron.

De hechome golpea una y otra vez todo el día.

Violaron a las mujeres en Sión, a las vírgenes en las ciudades de Judá.

La tierra que poseíamos ha sido entregada a extraños, nuestras casas han sido entregadas a extranjeros.

Hemos perdido a nuestros padres y nuestras madres son viudas ahora.

Anuncia que esto es lo que dice el Señor Dios: Ten cuidado, porque te voy a condenar, monte Seir. Voy a atacarte y a convertirte en un páramo.

Así que voy a hacer que los más malvados de todas las naciones se apoderen de sus casas. Acabaré con el orgullo de los poderosos, y sus lugares santos quedarán impuros.

Ese día inventarán un dicho para burlarse de ustedes. Con lamento burlesco les dirán: “Estamos arruinados! ¡Nuestras propiedades han sido liquidadas. Se han llevado todo, y han dado nuestros campos a los conquistadores”.

Sus posesiones serán saqueadas y sus casas quedarán destruidas. Construirán casas pero no vivirán en ellas. Plantarán viñedos, pero no beberán el vino.

Golpearé a Judá y a todos los que viven en Jerusalén. Además destruiré todo lo que queda de su culto a Baal, junto con sus sacerdotes paganos para que hasta sus nombres sean olvidados.




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