La forma en que un águila se eleva en el cielo, la forma en que una serpiente se desliza sobre una roca, la forma e que un barco navega por el mar, y la forma en que un hombre y una mujer se enamoran.
Juntos volarán cuesta abajo para atacar a los filisteos del oeste; saquearán a los pueblos del este. Derrotarán a Edom y a Moab, y los amonitas se convertirán en sus súbditos.
Mira, se precipita como nubes de tormenta; sus carros son como un torbellino. Sus caballos son más rápidos que las águilas. “¡Qué desastre! Estamos arruinados!”
Mira como un enemigo como un águila vuela alto, y luego se abalanza, extendiendo sus alas mientras ataca a Bosra. En ese momento los guerreros de Edom estarán tan asustados como una mujer de parto.
Diles que esto es lo que dice el Señor: “Había una gran águila que tenía grandes alas, largas plumas y un plumaje multicolor. Llegó al Líbano y arrancó la copa del cedro.
La primera era como un león y tenía alas de águila. Mientras miraba, le arrancaron las alas y la pusieron en pie, de modo que estaba de pie con las patas traseras en el suelo, y se le dio la mente de un ser humano.
Sus caballos son más rápidos que leopardos y más feroces que lobos hambrientos. Sus jinetes vienen a gran velocidad desde muy lejos. Son como águilas que descienden en picada para comerse a su presa.
El Señor traerá una nación para atacarte desde lejos, desde los confines de la tierra. Se abalanzará sobre ti como un águila, esta nación cuya lengua no entenderás.