Yo, el Señor Todopoderoso, fui quien te plantó, pero he anunciado que serás destruido a causa de la maldad que ha cometido el pueblo de Israel y de Judá, enojándome al quemar incienso a Baal.
Todos los que se cruzan con ellos los atacan. Sus enemigos declararon: “¡Nosotros no tenemos la culpa! Ellos son los que pecaron contra el Señor, su verdadero lugar de descanso; el Señor que fue la esperanza de sus antepasados”.
Pero si no obedeces al Señor tu Dios siguiendo cuidadosamente todos sus mandamientos y normas que te estoy dando hoy, entonces experimentarás todas las siguientes maldiciones y más:
Entonces los abandonaré y me alejaré de ellos, por lo tanto serán destruidos, y experimentarán muchos desastres y problemas. “En ese momento dirán: ‘¡Estamos sufriendo estos desastres porque nuestro Dios nos ha abandonado!’