Jeremías 20:5

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“Lo entregaré todo. Todas las riquezas de esta ciudad, todos los resultados del trabajo duro, todos los objetos de valor, todas las joyas de la corona de los reyes de Judá: voy a entregárselas a sus enemigos, que las tomarán como botín y se las llevarán a Babilonia.

Referencias Cruzadas

2 Crónicas 36:10

En la primavera del año, el rey Nabucodonosor lo llamó y lo llevó a Babilonia, junto con objetos valiosos del Templo del Señor, e hizo que el tío de Joaquín Sedequías rey sobre Judá y Jerusalén.

Isaías 39:6

Puedes estar seguro de que se acerca el momento en que todo lo que hay en tu palacio, y todo lo que tus antepasados han guardado hasta ahora, será llevado a Babilonia. No quedará nada, dice el Señor.

Jeremías 12:12

Los ejércitos destructores han atravesado todas las colinas desnudas del desierto, porque la espada del Señor destruye de un extremo a otro del país. Nadie tiene paz.

Jeremías 15:13

Regalaré sus riquezas y posesiones valiosas. Se convertirán en botín para sus enemigos a causa de todos los pecados que cometieron en todo su país.

Jeremías 17:3

en mi montaña, en los campos. Entregaré sus riquezas y todas sus posesiones valiosas como botín, a causa del pecado cometido en sus lugares altos paganos dentro de su país.

Jeremías 3:24

Durante toda nuestra vida, la idolatría pagana ha destruido lo que nuestros padres tanto trabajaron: sus rebaños y manadas, sus hijos e hijas.

Jeremías 32:24

¡Mira las rampas de asedio apiladas contra la ciudad para capturarla! Mediante la guerra, el hambre y las enfermedades, la ciudad será tomada por los babilonios que la están atacando. Ya ves que todo lo que dijiste que pasaría ha sucedido.

Jeremías 39:2

El noveno día del cuarto mes del undécimo año del reinado de Sedequías, la muralla de la ciudad fue atravesada.

Jeremías 39:8

Los babilonios quemaron el palacio del rey y las casas del pueblo, y demolieron las murallas de Jerusalén.

Jeremías 4:20

“Las noticias de una catástrofe tras otra llegan a raudales, pues todo el país está en ruinas. Mi propia casa se destruye en un instante, y también todo lo que hay dentro.

Lamentaciones 1:10

El invasor ha robado todos sus tesoros. Incluso tuvo que ver cómo las naciones paganas entraban en su santuario, gente a quienes tú les habías prohibido entrar.

Lamentaciones 1:7

Mientras deambula en su miseria, Jerusalén piensa en todas las cosas maravillosas que tuvo en los viejos tiempos. Cuando sus enemigos conquistaron a su pueblo, no recibió ninguna ayuda. Sus enemigos se burlaban de ella y se reían de su caída.

Lamentaciones 4:12

Ningún rey de la tierra – de hecho, nadie en todo el mundo – pensó que un enemigo o atacante pudiera entrar por las puertas de Jerusalén.

Ezequiel 22:25

“Sus dirigentes conspiran juntos y es como ver a un león rugiente destrozando a su presa. Destruyen al pueblo, se apoderan de todo lo que es valioso y hacen que haya muchas más viudas en la ciudad.

Daniel 1:2

El Señor le permitió derrotar al rey Joacim, y también para llevarse algunos de los objetos utilizados en el Templo de Dios. Los llevó de vuelta a Babilonia, a la casa de su dios, colocándolos en el tesoro de su dios.

Oseas 13:15

Aunque prospere entre los juncos, un viento del este vendrá, un viento del Señor que se origina en el desierto secará sus fuentes y sus pozos se romperán. Yo robaré de su tesorería todo lo que tenga valor.