Serán como un arbusto solitario en el desierto que ni siquiera se da cuenta cuando suceden cosas buenas. Sólo sigue viviendo en el desierto seco, en un salar deshabitado.
El oficial que era ayudante del rey le dijo al hombre de Dios: “¡Aunque el Señor abriera ventanas en el cielo no podría suceder lo que tú dices!”. Eliseo respondió: “Lo verás con tus propios ojos, pero no podrás comer nada de eso”.
esto es lo que dice el Señor: Voy a castigar a Semaías el nehelamita y a sus descendientes. No le quedará familia en este pueblo, y no experimentará las cosas buenas que voy a hacer por mi pueblo, declara el Señor, porque ha promovido la rebelión contra el Señor.
Por ello, juro por mi vida, declara el Dios Todopoderoso, el Dios de Israel, que los moabitas serán como Sodoma, y los amonitas como Gomorra. Su tierra será un lugar lleno de ortigas y sembrados de sal y ruinas para siempre. Y los que quedan en mi pueblo los saquearán y ocuparán su tierra.
Todo el país será un páramo ardiente de azufre y sal. Nada se siembra, es totalmente improductivo; ninguna planta crece allí, como la destrucción de Sodoma y Gomorra, Adma y Zeboiim, que el Señor destruyó en su ardiente ira.