Así que fui y compré un taparrabos como el Señor me había indicado, y me lo puse.
Pon tu confianza totalmente en el Señor, y no te fíes de lo que crees saber.
en ese momento el Señor habló por medio de Isaías, hijo de Amoz. Le dijo: “Quítate la ropa de saco de tu cuerpo y quítate las sandalias”. Isaías así lo hizo y anduvo desnudo y descalzo.
Entonces el Señor me dio otro mensaje:
“En cuanto a ti, hijo de hombre, presta atención a lo que te digo. No seas rebelde como esos rebeldes. Abre la boca y come lo que te voy a dar”.
Juan tenía ropas hechas con pelo de camello, con un cinturón de cuero puesto en su cintura. Su alimento era langostas y miel silvestre.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les digo.