Te hemos desobedecido y negado, Señor; hemos dado la espalda a nuestro Dios. Hemos fomentado la opresión y la rebelión, diciendo mentiras que hemos pensado cuidadosamente.
Toda su maldad comenzó en Guilgal, y desde entonces comencé a aborrecerlos. Los expulsaré de mi casa por su maldad. No los amaré más, porque todos sus líderes son rebeldes.
El Señor ha jurado he Lord por su propia vida, y esto es lo que ha declarado: Detesto la arrogancia de Jacob y su castillo. Entregaré a su enemigo su ciudad y todo lo que hay en ella.
Últimamente mi pueblo se ha levantado contra mi como si fueran mis enemigos. Ustedes roban los abrigos de los que van por el camino, de los hombres que vuelven de la guerra y esperan estar a salvo en su tierra.