Hasta este momento no había plantas silvestres ni cultivos creciendo sobre la tierra, porque el Señor Dios no había enviado la lluvia, y porque no había quien cultivara el suelo.
Entonces Dios le dijo a Noé: “He decidido poner fin a todos los habitantes de la tierra porque todos son violentos y viven sin ley. Yo mismo los voy a destruir a todos, y a la tierra misma junto con ellos.
Entonces el Señor dijo: “Mi espíritu de vida no permanecerá con este pueblo para siempre, porque son mortales. Ahora el tiempo de vida será de 120 años”.
Así que el Señor dijo: “Voy a eliminar de la tierra a estas personas que he creado; y no solo a ellos, sino también a los animales, a los reptiles y a las aves, porque me lamento de haberlos creado”.
Yo detuve la Lluvia cuando faltaban tres meses antes de la cosecha. La lluvia caía en una ciudad y no en otra. Así mismo caía en un campo y no en otro.
Los que sean victoriosos serán vestidos de blanco. Y sus nombres no serán borrados del libro de la vida, y hablaré en favor de ellos en presencia de mi Padre y de sus ángeles.