Dios los bendijo y les dijo: “Reprodúzcanse y multiplíquense; vayan por toda la tierray gobiérnenla. Tengan autoridad sobre los peces que están en el mar y sobre las aves que vuelan por los aires, y sobre cada criatura que se mueve sobre la tierra”.
Entonces nuestros hijos crecerán como plantas durante su juventud, y se volverán maduros; y nuestras hijas serán hermosas como los pilares tallados de un palacio.