Así que José compró toda la tierra de Egipto para el Faraón. Todos y cada uno de los egipcios vendieron sus campos, porque la hambruna les estaba haciendo mucho daño. La tierra terminó siendo propiedad del Faraón,
La única tierra que no compró fue la de los sacerdotes porque tenían una asignación de alimentos que les proporcionó el Faraón, así que no tuvieron que vender sus tierras.