¡Entro en mi jardín, hermana mía, novia mía! Recojo mirra con mi especia. Como mi panal con mi miel. Bebo vino con mi leche. ¡Comamos nuestra saciedad de amor! Embriaguémonos de amor!
Pero el Hijo del hombre, por el contrario, vino y festejó y bebió, y la gente dice: ‘¡Miren, es un glotón y bebe mucho; es amigo de los recaudadores de impuestos y de los pecadores!’ Pero la sabiduría demuestra ser correcta por los resultados de lo que hace”...
“Todo el mundo sirve primero el mejor vino”, le dijo, “y cuando las personas ya han bebido suficiente, entonces sirven el vino más barato. ¡Pero tú has servido el mejor vino hasta el final!”