y los encarceló en la casa del comandante de la guardia, la misma prisión donde estaba José.
José había sido llevado a Egipto por los ismaelitas, quienes lo habían vendido a Potifar, un egipcio que era uno de los oficiales del faraón, el comandante de la guardia real.
Tomó a José y lo metió en la prisión donde estaban los prisioneros del rey, y allí se quedó.
El carcelero principal puso a José a cargo de todos los prisioneros y le dio la responsabilidad de dirigir la prisión.
El carcelero principal no se preocupaba de nada porque José se ocupaba de todo, pues el Señor estaba con él y le daba éxito.
El comandante de la guardia les asignó a José como su asistente personal. Fueron mantenidos en prisión por algún tiempo.
“Su Majestad se enfadó con algunos de sus oficiales y me encarceló en la casa del comandante de la guardia, junto con el panadero jefe.