Selá también tuvo un hijo que se llamaba Tubal-Caín y era un herrero que forjaba toda clase de herramientas de hierro y bronce. La hermana de Tubal-Caín se llamaba Naamá.
En cierta ocasión, Lamec le dijo a sus esposas: “Ada y Selá, escúchenme. Ustedes, esposas de Lamec, presten atención a lo que les voy a decir. Yo maté a un hombre y él me hirió. Maté a un hombre joven porque atentó contra mi.
“Así que, por favor, envíame un maestro artesano que sepa trabajar el oro, la plata, el bronce y el hierro; y las telas de color púrpura, escarlata y azul. También debe saber grabar, trabajando junto con mis expertos artesanos de Judea y Jerusalén proporcionados por mi padre David.
Es una tierra en la que no se agotan los alimentos, en la que se tiene todo lo necesario; una tierra cuyas rocas contienen mineral de hierro y cuyas colinas pueden ser explotadas para obtener cobre.