Luego el límite daba la vuelta al oeste de Baalá hasta el monte Seir y pasaba por la ladera norte del monte Yearín hasta la ciudad de Kesalón, bajaba a Bet Semes y seguía hasta Timná.
Había un hombre de Maón que era muy rico. Tenía propiedades en el Carmelo y poseía mil cabras y tres mil ovejas. Estaba en el Carmelo esquilando las ovejas.