Térajtomó a su hijo Abrán, a su nieto Lot, (quien era el hijo de Arám), a su nuera Sarai, (que era la esposa de su hijo Abrán), y se fue de Ur de los caldeos para mudarse a Canaán. Llegaron hasta Harán y se quedaron a vivir allí.
Sin embargo, Rebeca escuchó lo que había dicho Esaú, y mandó a llamar a Jacob. “Mira”, le dijo, “tu hermano Esaú siente consuelo en hacer planes de matarte.
Así que Isaac envió a Jacob, y Jacob se fue de viaje a Paddan-aram, a la casa de Labán, hijo de Betuel, el arameo. Labán era el hermano de Rebeca, la madre de Jacob y Esaú.
Entonces Dios le dijo a Jacob: “Prepárate para ir a Betel y vivir allí. Construye allí un altar a Dios, que se te apareció cuando estabas huyendo de tu hermano Esaú”.
Se han seguido las instrucciones de Jonadab hijo de Recab. Él ordenó a sus descendientes que no bebieran vino, y no lo han bebido hasta hoy porque han obedecido el mandato de su antepasado. Pero yo les he dicho una y otra vez lo que deben hacer, ¡y sin embargo se niegan a obedecerme!