Ella vació rápidamente su cántaro en el bebedero de los camellos, y corrió hasta la fuente para buscar más agua. Y trajo suficiente agua para sus camellos.
Y oró: “Gracias Señor, Dios de mi señor Abraham”. “No has olvidado tu promesa y tu fidelidad con mi señor. ¡Y Señor, tú me has guiado directamente al hogar de los familiares de mi señor Abraham!”