Los dos ángeles llegaron esa noche a Sodoma. Y Lot estaba sentado en la puerta de la ciudad. Y cuando vio a los hombres se levantó para recibirlos, y se inclinó con su rostro en tierra.
“No, mi señor”, le dijo. “Por favor, escúchame. Yo te regalaré el campo y la cueva que está allí. Te lo regalo y mi pueblo es testigo. Por favor, ve y sepulta a tu difunta”.
y para que todos lo escucharan, le dijo a Efrón: “Por favor, escúchame. Yo pagaré el precio del campo. Toma el dinero y déjame ir a sepultar a mi difunta allí”.