Hasta este momento no había plantas silvestres ni cultivos creciendo sobre la tierra, porque el Señor Dios no había enviado la lluvia, y porque no había quien cultivara el suelo.
Haces que la grama crezca para las vacas, y las plantas también para que la gente se alimente de ellas, cultivos de la tierra para servir como alimento,
Las aguas de los cielos llueven con estruendo por orden suya. Él hace que las nubes se eleven por toda la tierra. Hace que el rayo acompañe a la lluvia, y envía el viento desde sus almacenes.
¿Pueden los falsos dioses de las otras naciones hacer llover? ¿Pueden los cielos mismos enviar lluvias? No, eres tú, Señor, nuestro Dios. Por eso ponemos nuestra esperanza en ti, porque sólo tú puedes hacer todo esto.
a fin de que ustedes lleguen a ser hijos del Padre celestial. Porque su sol sale sobre buenos y malos; y él hace que la lluvia caiga sobre aquellos que hacen el bien y también sobre los que hacen el mal.