Los dos ángeles llegaron esa noche a Sodoma. Y Lot estaba sentado en la puerta de la ciudad. Y cuando vio a los hombres se levantó para recibirlos, y se inclinó con su rostro en tierra.
Entonces hicieron que todos los hombres que estaban en la entrada de la casa, jóvenes y adultos, quedasen ciegos, así que no podían encontrar la puerta.