Cuando Abrán regresó después de conquistar a Quedorlaómer y a sus aliados, el rey de Sodoma salió a su encuentro en el Valle de Save (o Valle del Rey).
En ese tiempo, había muchos pozos de alquitrán en el Valle de Sidín, y cuando los reyes de Sodoma y Gomorra huían tras ser vencidos, algunos de sus hombres cayeron en ellos, mientras los demás corrieron hacia las montañas.
En el decimocuarto año, Querdolaómer los invadió junto con sus reyes aliados. Vencieron a los refaítas en Astarot Carnayin, a los zuzitas en Jam, a los emitas en Save Quiriatayin,
Absalón, en vida, había hecho una columna de piedra y la había erigido en el Valle del Rey como monumento a sí mismo, pues pensaba: “No tengo un hijo que mantenga vivo el recuerdo de mi nombre”. Le puso su nombre al pilar, y aún hoy se llama Monumento a Absalón.
Melquisedec fue rey de Salem y sacerdote del Dios Supremo. Conoció a Abrahán, quien venía de regreso después de haber derrotado a los reyes, y lo bendijo.
Cuando Jefté llegó a su casa en Mizpa, su hija salió a recibirlo con panderetas y bailes. Era su única hija; no tenía ningún hijo ni hija aparte de ella.
Cuando los soldados regresaron a casa después de que David había matado al filisteo, las mujeres de todos los pueblos de Israel salieron cantando y bailando al encuentro del rey Saúl, celebrando alegremente con panderetas e instrumentos musicales.