Abrán viajó por todo el país hasta que llegó a un lugar llamado Siquén, haciendo una pausa en el roble que estaba en Moré. En ese tiempo, el país estaba ocupado por los caananitas.
Pero los pastores de Gerar comenzaron a tener discordias con los pastores de Isaac, diciendo: “¡Esa agua es nuestra!” Así que Isaac llamó a aquel pozo “Discordia”, porque allí tuvieron discordia con él.
Pero Jacob criticó a Simeón y a Leví, diciéndoles: “¡Me habéis causado muchos problemas! Me has hecho como un mal olor entre la gente de este país, entre los cananeos y los ferezeos. Sólo tengo unos pocos hombres, y si esta gente se reúne para atacarme, yo y toda mi familia seremos aniquilados”.
díganle: ‘Tus siervos han cuidado ganado desde que éramos niños, tanto nosotros como nuestros padres antes que nosotros’. Así podrán vivir aquí en Gosén, porque los egipcios desprecian a los pastores”.
“Lo que ustedes están haciendo no está bien”, les dije. “¿No creen que deberían respetar a nuestro Dios para que las naciones enemigas no nos critiquen?
Incluso ahora no están listos para ello, porque todavía son del mundo. Si ustedes aún son envidiosos y andan en discusiones, ¿no demuestra eso que todavía son mundanos? ¿No demuestran que se comportan como lo hacen las personas comunes?
Pues hubo un tiempo en que nosotros también fuimos necios y desobedientes. Éramos engañados y andábamos como esclavos de diversos deseos y placeres. Vivíamos vidas de maldad, llenas de celos. Estábamos llenos de odio los unos por los otros.
Asegúrense de actuar apropiadamente cuando estén en compañía de quienes no son cristianos, para que incluso si los acusaran de hacer lo malo, ellos puedan ver sus buenas obras y glorifiquen a Dios cuando venga.