Y el faraón trataba bien a Abrán por causa de ella, y le dio ovejas y ganado, así como asnos y asnas, y además sirvientes tanto hombres como mujeres, y camellos.
tantas que la tierra disponible no alcanzaba para que ambos vivieran allí, pues tenían tanto ganado, que ya no podrían habitar juntos en el mismo lugar.
“El Señor a bendecido abundantemente a mi señor y ahora es un hombre rico y poderoso. El Señor le ha dado ovejas, Ganado, plata y oro, siervos y siervas, así como camellos y asnos.
Poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas asnas, así como muchos sirvientes. Era más rico que cualquier otro en el Oriente.
Pero recuerda que es el Señor su Dios quien les da la capacidad de haceros ricos, para cumplir su acuerdo que prometió a sus antepasados y que aún hoy existe.
porque aunque el ejercicio físico es útil hasta cierta medida, el ejercicio espiritual es más útil aún. Pues “trae consigo promesa para la vida presente y para la vida venidera”.