Todas estas fueron las tribus descendientes de los hijos de Noé, según su descendencia y naciones. A partir de estos ancestros se formaron las distintas naciones de la tierra que se expandieron en todo el mundo después del diluvio.
Y el Señor dijo: “Miren cómo estas personas están unidas y hablando el mismo idioma. ¡Si pueden lograr todo esto tan solo comenzando, nada les será imposible si se fijan un propósito!
En ese momento habrá cinco ciudades en Egipto que hablen la lengua de Canaán y que han jurado adorar al Señor Todopoderoso. Una de ellas se llamará la Ciudad del Sol.