Moisés y Aarón fueron a ver al Faraón y le dijeron: “Esto es lo que dice el Señor, el Dios de los hebreos: ‘¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí? Deja ir a mi pueblo, para que me adore.
“Los ancianos de Israel aceptarán lo que tú digas. Entonces debes ir con ellos al rey de Egipto y decirle: ‘El Señor, el Dios de los hebreos se nos ha revelado. Así que, por favor, hagamos un viaje de tres días al desierto para poder ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios allí’.
Después de esto, Moisés y Aarón fueron donde el Faraón y le dijeron: “Esto es lo que el Señor, el Dios de Israel dice: ‘Deja ir a mi pueblo para que me haga una fiesta religiosa en el desierto’”.
El Señor le dijo a Moisés: “Mañana por la mañana levántate temprano y bloquea el camino del Faraón mientras baja al río. Dile: ‘Esto es lo que dice el Señor: Deja ir a mi pueblo, para que me adoren.
El Señor le dijo a Moisés: “Mañana por la mañana levántate temprano y ve al Faraón, y dile que esto es lo que el Señor, el Dios de los hebreos, dice: ‘Deja ir a mi pueblo para que me adore’.