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Referencias Cruzadas
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Éxodo 8:6

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Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y las ranas subieron y cubrieron la tierra.

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17 Referencias Cruzadas  

“¡Qué grande eres, Señor Dios! Realmente no hay nadie como tú; no hay otro Dios, sólo tú. Nunca hemos oído hablar de otro.

Y dijo: “Señor, Dios de Israel, no hay ningún dios como tú en el cielo ni en la tierra, que mantiene tu acuerdo de amor confiable con tus siervos que te siguen con total devoción.

Luego envió una plaga de ranas a todo el país que entraban hasta a los cuartos de los gobernadores.

Envió moscas para destruirlos, y ranas para que los arruinaran.

Señor, no hay nadie como tú entre los “dioses”. Nadie puede hacer las cosas que tú haces.

Antes de que las montañas nacieran, antes de que trajeras al mundo la tierra y el universo, desde la eternidad pasada, hasta la eternidad futura, haz sido Dios.

Esto es para que puedas contar a tus hijos y nietos cómo hice que los egipcios parecieran tontos haciendo estos milagros entre ellos, y para que sepas que yo soy el Señor”.

¿Quién es como tú entre los dioses, Señor? ¿Quién es como tú, glorioso en santidad, asombroso y maravilloso, que hace milagros?

El Señor le dijo a Moisés: “Dile a Aarón: ‘Toma tu bastón en tu mano y sostenlo sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos y canales y estanques y albercas, para que se conviertan en sangre. Habrá sangre por todo Egipto, incluso en los recipientes de madera y piedra’”.

Esta vez dirigiré todas mis plagas contra ti y tus funcionarios y tu pueblo, para que te des cuenta de que no hay nadie como yo en toda la tierra.

“Una vez que haya dejado la ciudad, oraré al Señor por ti”, le dijo Moisés. “Los truenos cesarán y no habrá más granizo, para que te des cuenta de que la tierra pertenece al Señor.

“Sin embargo, ustedes son mis testigos, declara el Señor, y mi siervo elegido, para que piensen en ello, y me crean y comprendan que yo soy Dios. Ningún dios me precedió, y ninguno vendrá después de mí.

Todas esas criaturas acuáticas que no tienen aletas y escamas deben ser reprobables para ti.

La roca en la que confían no es como nuestra Roca, como incluso nuestros enemigos admiten.

No hay nadie como el Dios de Israel, que cabalga por los cielos para venir a ayudarte; que cabalga por las nubes en majestad.

Se les mostró todo esto para que tuvieran la certeza de que el Señor es Dios y no hay nadie como él.

Entonces vi tres espíritus malos que parecían como ranas que salían de las bocas del dragón, la bestia, y el falso profeta.




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