Úngelos de la misma manera que ungiste a su padre, para que también me sirvan como sacerdotes. Su unción hará que su linaje de sacerdotes sea eterno, para las generaciones futuras”.
Entonces Moisés hizo que los hijos de Aarón se acercaran, les vistió con sus túnicas, les ató fajas y les envolvió con cintas para la cabeza, como el Señor le había ordenado.
Lavó las entrañas y las piernas con agua y quemó todo el carnero en el altar como una ofrenda quemada, una ofrenda de comida para ser aceptada por el Señor, como el Señor le había ordenado a Moisés.
Puso el turbante en la cabeza de Aarón y colocó la placa de oro, la corona sagrada, en la parte delantera del turbante, como el Señor le había ordenado.
Si la nube se quedaba en un lugar durante dos días, o un mes, o más tiempo, los israelitas se quedaban donde estaban y no se iban mientras la nube permaneciera sobre el Tabernáculo. Sin embargo, una vez que se levantaba, se iban.
Pueblo de Israel, presten atención a las normas y preceptos que les estoy enseñando a observar. Así podrán seguir vivos, e ir y tomar el país que el Señor, el Dios de sus antepasados, les está dando.