El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar la buena noticia a los pobres. Me ha enviado a curar a los quebrantados de corazón, a anunciar la liberación a los cautivos, a poner en libertad a los prisioneros,
Esta es la parte de las ofrendas de alimentos entregadas al Señor que pertenece a Aarón y sus hijos desde el día en que fueron designados para servir al Señor como sacerdotes.
Entonces Moisés hizo que los hijos de Aarón se acercaran, les vistió con sus túnicas, les ató fajas y les envolvió con cintas para la cabeza, como el Señor le había ordenado.
¿Cuánto más merecedores de castigo creen que serán quienes hayan pisoteado al Hijo de Dios, siendo que han menospreciado la sangre que selló el pacto que nos santificaba, considerándolo como ordinario y trivial, y que han abusado del Espíritu de gracia?
Pero el ungimiento que recibieron de él por medio del Espíritu vive en ustedes, y no necesitan que nadie los enseñe. El ungimiento del Espíritu les enseña todas las cosas. Esa es la verdad. No es una mentira. Así que vivan en Cristo, como se les ha enseñado.