“Pero si todavía no te creen o no te escuchan debido a estos dos signos, entonces debes tomar un poco de agua del Nilo y ponerla en el suelo. El agua del Nilo se convertirá en sangre en el suelo”.
Esto es lo que el Señor te dice ahora: Así es como sabrán que yo soy el Señor’”. “¡Miren! Con el bastón que tengo en la mano, voy a golpear el agua del Nilo, y se convertirá en sangre.
Porque cualquiera que sea el criterio que usen para juzgar a otros, será usado para juzgarlos a ustedes, y cualquiera que sea la medida que ustedes usen para medir a otros, será usada para medirlos a ustedes.